Soñadas vacaciones salpicadas por el horror (Parte I I)
Al día siguiente jueves 8 de julio el periódico Listín Diario publicaba el siguiente artículo, y El Nacional traía en su portada la siguiente imagen.
Al leer los diarios pues mi hermana y yo siempre lo hacíamos, de repente nos golpeó la cruda realidad. Hasta entonces nuestros padres siempre nos informaban a grandes rasgos de todo lo que pasaba en el país y en el mundo y tenían que hacerlo porque nosotras siempre escuchábamos los noticiarios de radio y veíamos las tele noticias
Los hechos más terribles sucedía aquí en la capital o en otro país. Nunca en nuestra tranquila y limpia Santiago de los Caballeros ciudad donde sus habitantes ya estaban recogidos a las 10 de la noche.
Ese increíble asesinato había sucedido a unas 5 cuadras de mi casa. Le ocurrió a una pareja que como nuestros padres eran pastores. Toda la comunidad de misioneros evangélicos que ejercía su labor en la ciudad corazón se sintió amenazada, pues comenzaron a correr algunos rumores muy por lo bajo de que alguién detestaba la labor que realizaban los Potter desde el dispensario médico de la iglesia bautista a favor de los pobres, de los barrios populares de Santiago.
Por otro lado se comentaba que algunos desaprensivos con mucho poder en la sociedad santiaguera estaban interesados en los dolares que habían traído los pastores bautistas a su reciente regreso al país tal como lo establece el artículo del Listín Diario.
Entonces si los dólares eran el problema la comunidad evangélica metodista libre tenía razones para tomar precaución ya que la oficina central de esta iglesia en Indiana Estados Unidos enviaba una fuerte cantidad de monedas estadounidense para aliviar la situación de salud con la que se enfrentaba la gente más carenciada de esta ciudad del norte del país.
Trataría de quitarle los dólares a la iglesia que pastoreaba mi papá? esa noche todos en la casa antes de irnos a dormir colocamos detrás de las puestas de la casa que eran varías utensilios de cocina y de metal que causaran mucho ruido si trataban de mover las puertas. Como mi recién llegada prima Miladys iba a dormir sola en la habitación de las visitas, se me ordenó acompañarla a dormir para que en caso de cualquier intento de forzar la puerta de esa habitación ella no estuviera sola.
Ella intuyó lo grave de la situación y recuerdo que le dijo a mi madre que era su tía; tía Haydee dame ese bate de béisbol de tío para llevarlo al cuarto pues si alguien intenta atacarnos a Arlene y a mi con eso le haremos frente e hizo un gesto con los brazos como si fuese a dar un fuerte batazo.
En los días que siguieron al terrible crimen no cesaron las precauciones y los cuidados no podíamos ninguna de nosotras estar solas jugando en el enorme patio de la iglesia que estaba justo al lado de la casa. Vivíamos a las afueras de Santiago en el área que circunda el ayuntamiento que en ese tiempo era una zona no muy poblada. Toda persona que pasara más de una vez a pie, motor o automóvil por la calle Estero Hondo donde estaba nuestro hogar era seguida minuciosamente por nuestros ojos y de inmediato informamos a nuestros mayores de esos acontecimientos que para nosotras ya eran sospechosos.
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